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Casa Paloma

viernes, noviembre 19th, 2010 | Barcelona, Restaurantes

En las últimas semanas, varios medios han hablado mucho y bien de Casa Paloma, uno de los nuevos restaurantes de la ciudad, que se ha puesto de moda entre la juventud -aunque de todo hay- de la parte alta de la ciudad.

Jueves por la noche. Local abarrotado, más amplio en metros que generoso en espacios libres, dividido en dos plantas -la superior para el restaurante, la inferior como club de copas-. Madera combinada con hierro, techos altos, curioso aire semi-industrial y divertida iluminación con mezcla de fuentes de luz.

Tuvimos un mal inicio, con una espera de más de 25 minutos en la entrada, a pesar de llevar una reserva para las 22:00. Disculpas reiteradas y palabras amables no faltaron, pero no hubo ningún detalle, de esos que cuestan poco y sedan los nervios. Si cada vez me costaba más ir a locales con turnos predefinidos que difícilmente se cumplen…

Ya con mesa, el humor mejoró rápidamente cuando llegó nuestra primera elección, una seductora media docena de ejemplares de anchoas de Santoña, muy carnosas, con coca de pan con tomate.

A continuación, nuestra opción de ensalada de tomate vasco se vio frustrada por encontrarnos ya fuera de temporada y dio la alternativa al tartar de salmón. Sabor muy plano -apenas se notaba ninguno de los ingredientes del aliño- y una textura algo seca, sin la untuosidad que se espera de un tartar -y más de salmón-, convirtiéndose en el plato con menos gracia de la velada con diferencia.

En apenas unos minutos salimos del bache del tartar y se hizo nuevamente de día -soleado y con brisa marina- con la ventresca de atún a la brasa, que demostró que el punto graso, bien tratado, sí puede ser el camino a seguir. Impecable materia prima y correctísima ejecución.

Inauguramos las carnes con un lomo alto de ternera Angus. De paladar sutil, sin maduraciones -ni falta que le hace por su juventud-, es una carne muy magra, perfecta para los carnívoros menos aguerridos que buscan una ternera de calidad sin encontrarse sabores o aromas más recios.

Para eso ya tenemos la raza Friesian, de la que probamos su lomo bajo, con una maduración aproximada de un mes -son animales de 10 a 12 años-, un sabor contundente y una buena infiltración de grasa que le proporcionaba una agradable textura mantecosa.

Como denominador común de nuestras carnes, ración de 380 gramos, sabrosa escolta de patatas al gratén en cazuelita adjunta y buen punto de cocción en parrilla argentina sin pérdida de jugos.

Tan digno ágape requería de un no menos digno líquido acompañante. El elegido fue Sierra Cantabria Colección Privada 2007, exuberante tempranillo riojano, que justifica sus 94 puntazos Parker a base de una generosa concentración de fruta en boca sin perder un punto de acidez.

Dimos por concluidas nuestas particulares XIII Jornadas Gastronómicas con un par de postres a compartir: buen flan casero con nata e intenso mousse de chocolate, que maridamos con el moscatel Cristal·lí de Vins del Comtat (Alicante), que tras el despliegue de potencia de sabores de la cena, se diluyó y pasó sin pena ni gloria. Además, pagado a un precio excesivo que deberían corregir, y que contrastó enormemente con el buen ajuste de márgenes del -este sí exitoso- Sierra Cantabria.

Servicio muy amable, simpático incluso, aunque algo superado por el éxito del local y, sin cafés, factura final de 170 euros para 3 comensales. A pesar de la espera inicial, que enturbió algo mi primera experiencia en Casa Paloma, buenas sensaciones.

Lo mejor es comprobarlo por vosotros mismos, pero para lo que os hayáis quedado con ganas de más vivencias en Casa Paloma, os adjunto el enlace a Brillat Savarin.

Post written by Daniel Muro

Tags: anchoas, angus, barcelona, carne, friesian, Restaurantes, ternera, wagyu

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