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21 Plats

domingo, julio 31st, 2011 | Barcelona, Restaurantes

Me encanta que me recomienden restaurantes. Los que nos dedicamos a las nobles y poco lucrativas artes del bloguero gastronómico nos solemos encontrar con peticiones de consejo por parte de mucha gente. Y me gusta hacerlo, sobre todo si conozco bien a la persona en cuestión y sus preferencias. Pero aún me gusta más que me descubran nuevos sitios.

A 21 Plats llegué por recomendación. ¡Ojo a sus platillos…!, me dijeron, …tienes que ir a conocerlo. Y fui. Soy de fácil convencer y las referencias eran de fiar así que, tras cotillear un rato en su web y formalizar una reserva, me acerqué a cenar con un amigo.

Llegué el primero, de todos, con el restaurante aún vacío -eran las 21:15 de un miércoles y el servicio acabaría con media entrada larga-, sobrado de tiempo para echarle un vistazo al local, pequeño, muy actual, sencillo pero arreglado, y a su carta de vinos, en forma de exposición de las botellas que tienen disponibles.

Ya con mi compañero de inspección, y tras el curioso formato de elección del vino -nos recomendaron un sabroso y vivo Son Caló Blanc 2010, muy mallorquín-, empezó la sesión con uno de mis fijos. Croquetas que hay en la carta, croquetas que vienen a la mesa. De jabugo en esta ocasión y con un más que digno resultado final.

Le siguió un melosísimo canelón de guacamole con sashimi de atún, aderezado todo ello con una vinagreta de soja y aceite de sésamo. Muy bueno.

Más flojo el rollito de humus, algo compacto, coronado con dados de salmón marinado -puede que haya que darle una vuelta para ablandar esa textura- y el toque de los cítricos.

El nivel se recupera rápidamente con una tremenda lasaña de morcilla sobre salsa de martini y peras al azafrán. La vanguardia de los morcilleros.

Otro acierto en la combinación del foie –poêlé, buena calidad y punto correctísimo-, combinado exóticamente con plátano, curry y ron. Elaboración amable en boca donde las haya, puede convertirse en un santo y seña del local.

Llegamos al pescado, del día concretamente, y lubina para más señas. Al horno, con la piel crujiente y la carne tierna, sobre un lecho de patatas que se deshacían sin rechistar cuando les tocaba hacerlo.

Difícil listón para los postres, para los que nos dejamos aconsejar por el simpático servicio de sala.

Empezamos por una mousse de yogur -gelificada, yo lo llamaría más flan que mousse– con un agradable coulis de fresones -. Me recordó mucho al flan de yogur de mi apreciado Buj, que no es mal piropo precisamente.

Y punto y final a cargo de unos bombones artesanos de tiramisú, con muy buena cobertura de chocolate y cremoso relleno, aunque con un predominio demasiado acusado de café para mi gusto.

Además del Son Caló, una botella de agua y buen pan para mojar en las salsas. Todo ello, para una cuenta final de 40 euros por cabeza.

Dicen de ellos mismos que se han propuesto hacer un restaurante honesto. Y lo escriben con mayúsculas en su web. No van desencaminados, HONESTO pues. Pero en 21 Plats hay mucho más que eso. Excelente recomendación, la haré mía.

Post written by Daniel Muro

Tags: barcelona, foie, gràcia, lasaña, Restaurantes

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