Slow & Low
martes, octubre 9th, 2018 | Barcelona, Coctelerías, Restaurantes
Slow&Low apenas lleva un par de meses abierto pero, en fondo y forma, muestra una solvencia que para sí quisieran otros más consolidados. Los viajes de Francesc Beltri, alma máter del proyecto, le han servido para revestir un discurso mediterráneo con numerosas influencias de cocinas del mundo. Modesto, Francesc prefiere contemplarlo como una expansión de la despensa.
Y lo es, obviamente, pero cuando la integración, aun en un repertorio ecléctico, es acertada, por criterio, por técnica y por producto, se produce un enriquecimiento que va más allá del abanico de sabores.
Justo por encima del Mercat de Sant Antoni, Slow & Low luce local típico del Eixample, profundo, sin demasiada luz natural, pero de techos muy altos, con sensación de volumen e interiorismo muy cuidado. La cocina expuesta está de moda. Aquí, se descubre totalmente al público de la zona central de la sala, muy al estilo, por ejemplo, de la de Dos Pebrots.
Además del de mediodía (19€), dos menús degustación, a 38 y 48 euros. Vamos al largo.
Avanzadilla de lo que pretende ser otro de los valores del local, inicio con cóctel de bienvenida, con protagonismo para el dulzor cítrico de la bergamota y las notas ahumadas del mezcal. No tarda en seguirle un buen ejemplar de ostra, aliñada con gracia y frescura con un licuado de jengibre, pepino, manzana verde, apio y cucharadita de caviaroli.
Sigue el mar, Francesc pasó por Paco Pérez. Ahora con el sunomono de moluscos, con la ternura que da la cocción moderada -y precisa- de almejas japónicas, berberechos y algunos percebes, con buen aliño, fresco, con su punto de vinagre y, el pepino de la receta original, convertido en un semisorbete al que la dextrosa hace crecer en cremosidad.
Textura. Cada día soy más fan de esta variable en la cocina actual. Está claro que sabor y aroma han copado siempre los esfuerzos de cocineros de todos los estilos pero, para satisfacción de raritos como yo, la textura gana adeptos. Y aquí se mima. Como en los delicadísimos mejillones en escabeche rojo, pequeños, sabrosos, con el aroma ahumado del pimentón de la Vera y la potencia -los fermentados vienen fuerte- del matiz coreano del gochu jang.
Qué bueno es el tomate cuando es bueno. Productazo más difícil de encontrar de lo que parece, aunque sea de Barbastro, como es el caso. Aquí, en ensalada, peladito, muy amable, con buen aceite , helado de queso herreño, muy profundo, y el frágil crujiente de los sablés bretones de comté.
Lamento la insistencia, pero sorprende la textura de la mojama de atún rojo, distinta de la habitual, muy tierna, en salazón casera, con leche de tigre de salsa harissa y mini pepino encurtido, también in house. Me seduce especialmente el equilibrado toque picante del tomatillo verde, que demuestra -¡al fin alguien se atreve!- que hay vida más allá del sempiterno wasabi.
Convence menos el soft chilli crab con salsa huancaína, crujiente, aunque quizás con el único pero técnico de la noche, al resultar algo aceitoso. Eso sí, el interior, muy jugoso, y su combinación con el fondo de bogavante y la icónica salsa peruana, atrevida en matices picantes, permiten pasarlo por alto.
Fusión balinesa-mediterránea para la académica cocción del cochinillo ibérico al estilo Babi Guling, con praliné de cacahuetes y una pequeña ensalada thai en el necesario aporte ácido del conjunto. Ración bien dimensionada.
Los cánones Espai Sucre asoman nítidamente en los postres. En los pros, combinaciones ácido-dulce, complejidad en los matices, juegos de texturas… solo hecho en falta los contrastes de temperaturas. Y, por poner una pega, el abuso de los helados, presentes también en la parte salada del menú.
El primer pase, un valiente Viaje a Tailandia, con una compota de chili que pocos se atreverían a combinar con espuma de mango, tapioca de coco -no es lo mío-, falso bizcocho de maracuyá, y sorbete de lima y jengibre.
Un juego de frutos rojos, con menos provocación que en el anterior pero no menos complejidad técnica, cierra una sesión de nota media alta.
Bouquet floral y más frutos rojos en los últimos sorbos espumosos de nuestro Blanc de Nit 2016 de Raventós i Blanc, de burbuja fina y cremoso -y dale con las texturas…-, que con aguas pero sin cafés, lleva la factura final hasta los 60 euros por cabeza.
No creo que tarde en volver.
Post written by Daniel Muro
No comments yet.
Leave a comment
Search
Entradas recientes
Categorías
- Coctelerías (11)
- Delicatessen (3)
- General (5)
- Hoteles (80)
- Restaurantes (373)
- Barcelona (255)
- España (42)
- Resto de Catalunya (52)
- Resto del Mundo (24)
Enlaces
Archivos
- junio 2021 (1)
- abril 2021 (1)
- marzo 2020 (1)
- febrero 2020 (3)
- enero 2020 (2)
- diciembre 2019 (1)
- noviembre 2019 (1)
- octubre 2019 (2)
- septiembre 2019 (1)
- junio 2019 (3)
- mayo 2019 (3)
- abril 2019 (3)
- marzo 2019 (2)
- febrero 2019 (3)
- enero 2019 (2)
- diciembre 2018 (3)
- noviembre 2018 (2)
- octubre 2018 (2)
- septiembre 2018 (2)
- agosto 2018 (2)
- julio 2018 (3)
- junio 2018 (1)
- mayo 2018 (2)
- abril 2018 (3)
- marzo 2018 (4)
- febrero 2018 (2)
- enero 2018 (1)
- diciembre 2017 (1)
- noviembre 2017 (3)
- octubre 2017 (3)
- septiembre 2017 (4)
- agosto 2017 (3)
- junio 2017 (3)
- mayo 2017 (5)
- abril 2017 (2)
- marzo 2017 (1)
- febrero 2017 (5)
- enero 2017 (2)
- septiembre 2016 (6)
- agosto 2016 (3)
- julio 2016 (4)
- junio 2016 (2)
- mayo 2016 (2)
- abril 2016 (2)
- marzo 2016 (4)
- febrero 2016 (3)
- enero 2016 (1)
- diciembre 2015 (3)
- noviembre 2015 (1)
- octubre 2015 (4)
- septiembre 2015 (4)
- agosto 2015 (2)
- julio 2015 (2)
- junio 2015 (3)
- mayo 2015 (3)
- abril 2015 (1)
- febrero 2015 (1)
- enero 2015 (2)
- diciembre 2014 (3)
- noviembre 2014 (2)
- octubre 2014 (2)
- septiembre 2014 (4)
- agosto 2014 (3)
- julio 2014 (3)
- junio 2014 (1)
- mayo 2014 (2)
- abril 2014 (3)
- marzo 2014 (3)
- febrero 2014 (2)
- enero 2014 (2)
- diciembre 2013 (2)
- noviembre 2013 (2)
- agosto 2013 (4)
- julio 2013 (4)
- junio 2013 (1)
- mayo 2013 (2)
- abril 2013 (1)
- marzo 2013 (2)
- febrero 2013 (2)
- enero 2013 (3)
- diciembre 2012 (2)
- noviembre 2012 (3)
- octubre 2012 (2)
- septiembre 2012 (2)
- agosto 2012 (4)
- julio 2012 (4)
- junio 2012 (3)
- mayo 2012 (5)
- abril 2012 (4)
- marzo 2012 (3)
- febrero 2012 (2)
- enero 2012 (2)
- diciembre 2011 (1)
- noviembre 2011 (2)
- octubre 2011 (3)
- septiembre 2011 (3)
- agosto 2011 (3)
- julio 2011 (3)
- junio 2011 (4)
- mayo 2011 (5)
- abril 2011 (1)
- marzo 2011 (3)
- febrero 2011 (3)
- enero 2011 (4)
- diciembre 2010 (1)
- noviembre 2010 (4)
- octubre 2010 (4)
- septiembre 2010 (2)
- agosto 2010 (4)
- julio 2010 (3)
- junio 2010 (4)
- febrero 2010 (1)
- enero 2010 (4)
- diciembre 2009 (2)
- noviembre 2009 (2)
- octubre 2009 (4)
- septiembre 2009 (6)
- agosto 2009 (6)
- julio 2009 (5)
- junio 2009 (8)
- mayo 2009 (6)
- abril 2009 (6)
- marzo 2009 (8)
- febrero 2009 (5)
- enero 2009 (5)
- diciembre 2008 (3)
- noviembre 2008 (9)
- octubre 2008 (7)
- septiembre 2008 (5)
- agosto 2008 (2)
Últimos comentarios
- Daniel Muro - Coure [2020]
- Ricard Sampere Moner - Coure [2020]
- Daniel Muro - Topik [2019]
- Ricard Sampere Moner - Topik [2019]
- Daniel Muro - Taverna del Clínic [2019]
- Gerard - Taverna del Clínic [2019]
- Daniel Muro - La Mar Salada [2019]
- Pepa Lázaro - La Mar Salada [2019]
- Pepa Lázaro - La Mar Salada [2019]
- Daniel Muro - La Mar Salada [2019]